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Reseña histórica

La Aeronavegación ha sido por años el signo de expresión objetiva y palpable del avance tecnológico de nuestros días. Las comunicaciones tanto internas como externas de un país cada vez requieren de flotas aéreas siempre en aumento para satisfacer las demandas de quienes tienen la necesidad de trasladarse de un punto a otro con el máximo aprovechamiento del tiempo disponible.

Dado el constante desarrollo que tomó la Aeronáutica Civil Comercial en la década del 50 y 60 con la aparición de aeronaves tanto de pasajeros como de carga, cada vez de mayor capacidad, peso y velocidad, fue exigiendo -junto con las normas de seguridad de las operaciones-, mejores estándares de la infraestructura aeroportuaria como pistas, edificios terminales, servicios de extinción de incendios e instalaciones cada vez más sofisticadas de ayuda terrestre en favor de la aeronavegación.

Para principios de los 60, todos los asuntos relacionados a aeropuertos y aeródromos eran llevados por el Ministerio de Defensa Nacional a través de la Fuerza Área de Chile quien dictaba las normativas y técnicas para la construcción de edificios y anexos al Departamento de Arquitectura y la ejecución de pistas, rodajes, losas y plataformas al Departamento de Caminos, ambos dependientes de la Dirección General de Obras Públicas.

A su vez, la fijación de normas sobre política de transporte aéreo civil y comercial, la planificación de la infraestructura aeroportuaria correspondiente y los sistemas de ayuda a la aeronavegación era función de la Junta de Aeronáutica Civil, organismo creado en 1948.

Sin embargo, debido a la evolución de la aeronáutica fue necesario crear un organismo dedicado exclusivamente al quehacer de la infraestructura aeroportuaria por la complejidad que fue adquiriendo esa especialidad y que aglutinaba los diferentes aspectos de la construcción de las obras que hasta ese momento se ejecutaban a través de diferentes Servicios del MOP.

Interpretando estas necesidades, durante la Administración del Presidente don Jorge Alessandri Rodríguez se promulga la ley que crea la Dirección de Aeropuertos, la cual es publicada el 9 de noviembre de 1964, bajo la Administración del entonces Presidente Eduardo Frei Montalva, cuerpo legal que establece entre otros Servicios del MOP, la referida dirección del Ministerio de Obras Públicas, siendo una de las ramas más jóvenes de esta Secretaría de Estado. Con una organización conformada por arquitectos, ingenieros, técnicos especialistas han permitido hasta la fecha, abordar en forma racional, completa y oportuna las obras de infraestructura propias de esta disciplina, concentrando en un organismo los estudios, proyectos y ejecuciones para los aeródromos del país.

Ámbito de Acción

Desde sus inicios, la Dirección de Aeropuertos ha dedicado su política de acción principalmente a 3 labores:

1.- Red Principal: estos aeropuertos constituyen la espina dorsal de nuestra red de aeronavegación interna, reuniendo los extremos de nuestro territorio entre ellos y con la capital.

Además, constituyen los eslabones con que nuestro país se conecta con el exterior, ya sea en tramos de larga distancia y a cualquier país del mundo.

2.- Red Secundaria: son aquellos que sirven de apoyo a la Red Principal y centralizan el movimiento aéreo de las regiones.

3.- Red Pequeños Aeródromos: se refiere a la construcción de pistas entre 700 y 1.000 metros de longitud, no pavimentadas, para ser usadas por aviones pequeños de hasta 15 pasajeros como servicio eventual o de taxi. Su objetivo es dar acceso a ciertas regiones que no cuentan con otro medio de comunicación, por lo que tiende a ser más bien de carácter social antes que económico, sin embargo, dada la importancia y trascendencia de la labor ejecutada por su visión de integración, se logran repercusiones en el aspecto económico.

Hitos

A partir de 1965 una serie de obras se ejecutaron tendientes a mejorar, ampliar y construir aeropuertos a lo largo de la nación.

Entre las obras que se destacan en la década del 60, por su magnitud, se encuentran los Aeropuertos Pudahuel (actualmente Arturo Merino Benítez) en Santiago y Carriel Sur, en Concepción.

En el caso de Pudahuel, éste reemplazó en el tráfico de grandes máquinas al aeropuerto de Los Cerrillos, el cual quedó destinado para atender el movimiento interno del país. El Aeropuerto fue entregado al servicio aéreo internacional en 1967. Esta obra se proyectó en 3 etapas. La primera, se hizo la pista oriente de 3.200 metros de longitud así como las edificaciones e instalaciones capaces de permitir la puesta en servicio de la obra. En una segunda etapa se realizó el edificio Terminal Internacional, mayores superficies de bodegas y losas de estacionamiento para finalizar en una tercera fase en donde se ejecutó la construcción de la segunda pista (oriente), empalmes y otros.

En tanto Carriel Sur, fue entregado al servicio aéreo interno en 1968. Con una pista de 2.300 metros complementada con una losa de estacionamiento de 19.000 metros cuadrados, hacían de Carriel Sur un aeropuerto con características similares a Pudahuel. Dada estas condiciones, este establecimiento podía ser habilitado como aeropuerto internacional en la medida en que se estableciera un tráfico aéreo regular de pasajeros y/o carga desde el exterior hacia ese importante centro industrial situado en la hoya hidrográfica del río Bío Bío.

En un rápido desplazamiento de norte a sur del país, podemos mencionar las siguientes obras realizadas durante la década del 60 como fue el mejoramiento de la pista en Chacalluta, Arica; iniciación de ampliaciones en el Aeropuerto Cerro Moreno en Antofagasta; terminación y mejoramiento de la pista en el Aeródromo El Loa de Calama; estudios para dotar a Iquique de un aeropuerto en Chucumata; conclusión del terminal María Dolores en Los Ángeles; ejecución de los terminales Maquehue en Temuco; Pichoy en Valdivia y Cañal Bajo en Osorno; mejoramientos y ampliaciones en Panguilemu en Talca, O´Higgins en Ñuble y Llanada Grande en Llanquihue.

A su vez, se realizaron trabajos de ampliación de la pista y terminal en Puerto Aysén; en los aeródromos Teniente Vidal de Coyhaique y de Chile Chico; se amplió el terminal de Chabunco en Magallanes y se mejoró la pista de Porvenir.

En cuanto al trabajo en los Pequeños Aeródromos, la Dirección de Aeropuertos en conjunto con la Dirección de Aeronáutica Civil desarrollaron un importante y valioso programa para mejorar las pistas de los sectores aislados del país. Fue así que los trabajos de mejoramientos se orientaron a 30 canchas de aterrizaje en sectores como Futaleufú, Chaitén, Alto Palena, Quellón, Melinka, Quenac, Cochamó, Lago Verde, Cochrane, Butachanque, Tolquén, Achao; Bajo Pascua y Ñadis de las Provincias de Llanquihue, Chiloé y Aysén.

Finalmente, una labor cumplida por el servicio fue la construcción del Aeropuerto Mataveri en Isla de Pascua, fundamental tránsito al Oriente con la creciente corriente turística que se desplazaba, ya en ese entonces, hacia ese hermoso paisaje insular.

Para la década del 70, las inversiones se destinaron a dotar de mejores tecnologías acorde a los avances de las aerolíneas y sus exigencias. Cabe destacar dentro de los hitos más relevantes, la remodelación del terminal de pasajeros de Chacalluta en Arica; torre de control y dependencias administrativas en el Aeropuerto Diego Aracena de Iquique, refuerzo y ampliación de pista y plataforma en Mataveri, Isla de Pascua; mejoramiento y mantención en Pudahuel; mejoramiento de pista en Apiao y Pirihueico así como reparaciones en El Tepual en la X Región; remodelación del edificio terminal y zona de equipaje del Aeropuerto Presidente Carlos Ibañez en la XII Región, entre otras.

Ya para fines de los 80, y debido a la escasez en inversiones en materia de infraestructura, se materializaron algunos proyectos no menores concernientes a conservar y mantener la Red Aeroportuaria del país, junto con mejorar las pistas de la Red de Pequeños Aeródromos de las regiones X, XI y XII. Cabe destacar la importancia en los estudios de factibilidad técnica y económica de aeropuertos como El Tepual en Puerto Montt, El Loa en Calama, La Florida en la IV Región, Teniente Vidal y Balmaceda en la XI Región. También se efectuaron estudios de la capacidad de soporte de los aeropuertos Chacalluta en Arica, Diego Aracena en Iquique, Maquehue en Temuco y Presidente Ibañez en la Región de Magallanes.

También destacan las obras de mejoramiento del Aeródromo Chamonate en Copiapó; Guardia Marina Zañartu en Puerto Williams; Aeropuerto Los Cerillos en Santiago así como la conservación del Aeropuerto Arturo Merino Benítez y Mataveri en Isla de Pascua. Mención especial merecen las conservaciones realizadas a los aeródromos de la X Región como Talcán, Cochamó, Peulla, Puqueldón y Apiao y de la XI Región como fueron Puerto Cisnes, Estancia Río Cisnes, Villa Tapera, Ñadis, Cochrane, Chile Chico, Puerto Sánchez, Puerto Marín, Balmaceda, Puerto Aysén y Teniente Vidal.

Pero es en la década de los 90 que la historia de la infraestructura aeroportuaria cambiaría radicalmente. A principios de los noventa el estado de la infraestructura pública de Chile se encontraba en una situación de gran deterioro que requería de una fuerte inyección de recursos que permitiera, en un corto a mediano plazo, hacer frente a una situación que claramente obstaculizaba las posibilidades de crecimiento del país.

Sin embargo, la decisión de invertir en este frente no estaba exenta de complejidades, principalmente por los elevados montos requeridos. Para concretar este desafío, el Gobierno, a través de la ley de Concesiones, convocó al sector privado a participar en las inversiones productivas que el país necesitaba, guardando para el Estado el rol de inversión en infraestructura social.

Bajo esta visón, durante esta década se materializaron nuevos terminales en los aeropuertos Diego Aracena de Iquique, El Loa de Calama, Cerro Moreno de Antofagasta, La Florida de La Serena, Carriel Sur de Concepción, El Tepual de Puerto Montt, Carlos Ibáñez de Punta Arenas, además del nuevo Terminal Internacional Aeropuerto AMB de Santiago, obras que actualmente se encuentran operativas.

A su vez, se realizaron inversiones para el mejoramiento y refuerzo de la pista y ampliación de la plataforma del Aeropuerto Cerro Moreno en Antofagasta; mejoramiento de los aeródromos San Pedro de Atacama, El Tuqui en Ovalle; Robinson Crusoe; Gral. Freire en Curicó; en Isla Mocha; Los Confines de Angol; Río Mayer de Villa O’Higgins; Pampa Guanaco en Pampa Guanaco y Camerón en Timaukel en la XII Región y conservaciones a los aeródromos Chañaral; Lequecahue en Tirúa; Puerto Sur en Isla Santa María; Los Pehuenches en Lebu y El Frío, Puelo Bajo, Rolecha, Llanada Grande, Puqueldón, estos últimos en Cochamó.

Nuevo milenio

Iniciado el año 2000, el país logró un alto grado de apertura comercial con una creciente participación de la inversión extranjera. A medida que crece y se va desarrollando el país, ha sido necesario mejorar la calidad de la infraestructura del transporte aéreo de modo que este medio se transformara en una palanca para el desarrollo nacional.

En ese sentido, la Dirección de Aeropuertos ha realizado aportes importantes en el sector aeroportuario de nuestra Nación, mejorando y aumentando su capacidad de infraestructura física, dada la relevancia que ha adquirido la aviación comercial en el desarrollo de la economía, tanto por el transporte de pasajeros como por el de carga, a nivel nacional e internacional.

Siguiendo la visión del Gobierno, este Servicio ha fomentado en la última década la participación del sector privado en la construcción, mantención y explotación de obras públicas, a través de la Ley de Concesiones, contenida en el Decreto Supremo MOP Nº 900 de 1996.

En este contexto, gran parte de la red de aeropuertos internacionales chilenos se encuentran concesionados o en proceso de relicitación. Hasta ahora la participación del sector privado en el desarrollo de la infraestructura aeroportuaria y operación de las instalaciones asociadas alcanza a la administración de 9 de los principales aeropuertos del país como son “Diego Aracena” de Iquique, “Cerro Moreno” de Antofagasta, “Aeródromo El Loa” de Calama, “Aeropuerto Regional de Atacama” en Copiapó, “La Florida” en La Serena, “Carriel Sur” en Concepción, “El Tepual” en Puerto Montt, “Presidente Carlos Ibañez del Campo” en Punta Arenas y el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez en Santiago, a los cuáles se sumará la construcción de los aeropuertos adicionales en las ciudades de La Serena y Temuco.

Otro aspecto desarrollado por esta Dirección fue la construcción de una Segunda Pista de 3.800 metros de longitud en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez, la que permitió la reparación completa e integral de la pista principal y otros trabajos adicionales. Las obras implicaron la relocalización de una Escuela Rural y el desvío de 6.100 metros del Canal La Punta.

Con la incorporación del capital privado en los aeropuertos se ha logrado, entre otros efectos:

  • Contar con Aeropuertos modernos, seguros y eficientes, con un aumento de la capacidad de las instalaciones, mejoras importantes de las áreas, incorporación de tecnología de punta, permitiendo reducir el tiempo de espera tanto de aeronaves como de pasajeros.
  • Reforzar las labores técnicas aeronáuticas de responsabilidad de la DGAC, gracias al traspaso de las labores administrativas del terminal al Concesionario.
  • Incorporar el know how de importantes operadores aeroportuarios (AMB) y a su vez favorecer la formación de operadores nacionales para los aeropuertos regionales.
  • Liberar recursos que el Estado puede invertir en otros proyectos de alta rentabilidad social, pero de escasa rentabilidad privada.
  • En otro ámbito de acción, el avance que ha generado las obras realizadas en la Red de Pequeños Aeródromos ha significado un acercamiento para los habitantes de zona alejadas lo que permite una mejor comunicación a los centros urbanos más cercanos potenciando así el desarrollo de los poblados.

Dentro de las obras destacadas desde el 2000 a la fecha está el mejoramiento de la red de pequeños aeródromos de las zonas ubicadas en el altiplano, sur del país y en las regiones insulares. Entre ellas podemos mencionar el mejoramiento del Aeródromo de Cariquima, emplazamiento que ha permitido que los poblados de la comuna de Colchane en plena zona altiplánica del norte del país, puedan reaccionar oportunamente a situaciones de emergencia y de aislación, junto con incrementar el desarrollo económico y social para una comuna cuya población es mayoritariamente Aymara.

Mención especial merece los trabajos realizados en el Aeródromo Teniente Marsh ubicado en la Antártica Chilena, cuya plataforma de estacionamiento posibilita su normal operación para mejorar la conectividad con Punta Arenas.

Pero no sólo mejoramientos se han realizado en el sector aeroportuario, también otro ámbito de acción por parte de la Dirección de Aeropuertos, tiene relación con la conservación de los aeródromos. Obras como las realizadas en Robinson Crusoe; El Tuqui; y El Boldo de Cauquenes, muestran el interés del Servicio por mantener la conectividad de estas regiones.

También destacan los trabajos realizados en la X Región en sectores como Cucao, Quenac, Rolecha, Contao, Río Negro, Pumalín y Talcán, aeródromos que constituyen una vía rápida de acceso a las zonas más aisladas de la región, pero cobra mayor importancia por ser una vía alternativa en las rutas que siguen los aviones considerando el rigor y ritmo cambiante que tiene el clima, tan característico de esa zona.

En tanto, en la XI Región se realizaron trabajos de conservación en aeródromos como Islas Huichas (Caleta Andrade); Laguna San Rafael de Puerto Aisén; Melinka; Melimoyu; Villa O'Higgins, Cochrane, La Junta, Chile Chico, Puerto Aisén, Puerto Ibáñez, Cerro Castillo, Río Murta y Balmaceda. Este último, cobra especial importancia ya que es el único aeródromo que conecta la Región con el resto del país y es capaz de atender aeronaves comerciales.

La conservación de estos aeródromos contribuye a mejorar no sólo la conectividad entre estas localidades tanto cordilleranas como insulares con el resto de la región, si no también su presencia representan un instrumento más en la labor de soberanía, facilitando el asentamiento humano y potenciando la actividad turística de la zona. Estas obras han permitido mejorar la seguridad de las operaciones aéreas durante las maniobras de aterrizajes o despegues y siempre son una alternativa de descenso ante posibles problemas que se puedan presentar durante el vuelo.

Proyectos futuros

Dada la particularidad geográfica de nuestro territorio nos hemos visto en la obligación de realizar grandes esfuerzos para mantener conectada e integrada una gran superficie de territorio que, en algunos casos, sólo es posible a través del transporte aéreo.

La Dirección de Aeropuertos, busca responder a los desafíos impulsado por el MOP a través del Plan de Competitividad Chile 2006 – 2010 para la promoción del crecimiento económico en los distintos territorios del País.

Se busca, desde una visión integrada, donde confluyan los requerimientos técnicos específicos aeroportuarios planteados por los actores regionales, públicos y privados, generar las condiciones que permitan potenciar las oportunidades de desarrollo productivo y calidad de vida de las regiones realizando inversión logística en zonas de conexión con mercados internacionales e inversión en Cluster Regionales y Macrozonas que concentran las vocaciones productivas, produciendo mayores efectos sobre la competitividad.

A partir de este Plan, la Dirección ha desarrollado un programa de inversiones para un horizonte de cinco años.

En este contexto, se busca mejorar las condiciones de conectividad y potenciar los cluster asociados a la actividad turística de las zonas sur y extremo austral del país. Al respecto, se ha planteado desarrollar estudios y obras en los Aeródromos de Balmaceda, Teniente Julio Gallardo de Puerto Natales, Guardia Marina Zañartu de Puerto Williams, entre los más relevantes.

Por otra parte, se busca acercar los territorios insulares al resto del país y del mundo, mediante inversiones importantes en la Isla de Chiloé con la construcción de un nuevo aeródromo, el mejoramiento de Melinka, un análisis Integral de la infraestructura disponible en el Aeropuerto Mataveri de Isla de Pascua y finalmente el mejoramiento de la pista del Aeródromo en Robinson Crusoe.

Importante también es mencionar el Nuevo Aeropuerto de la IX Región, que tendrá la particularidad de poseer un diseño sustentable destinado fundamentalmente para el ahorro energético gracias a la utilización de formas y diseños para evitar el agotamiento de los recursos no renovables.

Además, en la arquitectura del Terminal de Pasajeros se han recogido las principales características de la IX Región, como son el paisaje y la presencia de la cosmovisión de la cultura mapuche.

Asimismo el presente año esperamos establecer nuevos Convenios de Cooperación Técnica con Empresas importantes del rubro, Organismos Internacionales y Universidades, en búsqueda de incorporar innovación tecnológica en nuestros aeropuertos.

La realización de obras en forma eficiente y oportuna en la Red Aeroportuaria Nacional, ha buscado responder a los requerimientos de los diferentes usuarios, entre otros aspectos, ha permitido contribuir como Dirección Nacional de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas, a la obtención de un reconocimiento internacional de gran valor, como es el Eagle Award de la IATA entregado a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) durante el año 2007.

De este modo, y desde sus inicios, la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas ha enfocado su quehacer en cubrir las necesidades y demandas de la infraestructura aeroportuaria de uso público, reorientando los mecanismos de planificación para dar una mayor respuesta a las necesidades totales de la red, multiplicando el seguimiento al estado de pistas, calles de carreteo entre otras zonas y garantizando la seguridad de las operaciones, junto con avanzar en la llamada infraestructura social de Pequeños Aeródromos que ha permitido mejorar las condiciones de conectividad de las localidades más aisladas del país incentivando su desarrollo e integración.

Es así como este servicio asume el desafío de continuar dotando al país con infraestructura aeroportuaria capaz de satisfacer las demandas del sistema de transporte aéreo para contribuir al desarrollo económico sustentable, la conectividad, la integración territorial y a la calidad de vida de las personas.

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